Descripción blog

Un lugar donde las palabras fluyen como el agua de una fuente,
donde los recuerdos cobran vida,
donde los sueños se hacen realidad.
Bienvenido a mi mundo.
Adela
contador de visitas

domingo, 14 de febrero de 2010

Addiction



Las luces se enredan en sus tacones, el humo danza alrededor de su cuerpo; ella posee al ritmo, por lo tanto, posee todo cuanto al ritmo pertenece. Imposibles movimientos, los labios apretados en una mueca; su objetivo: una mirada.

Su corazón arde en añoranza, e impasible y fría como el hielo, rechaza a los indeseables y a los deseables también. De pronto, él irrumpe en el caos de la noche con su habitual perfección y se acerca a saludarla. El hielo se derrite en un corto beso que roza su mejilla y su insaciable sed aumenta, necesita beber de sus labios; es su droga, es su adicción.
Ella vive para aquel momento, él, aunque en secreto, también. Como dos imanes que se atraen, como el encantador hipnotiza a la serpiente, sus cuerpos se juntan hasta fundirse en uno solo. Aun sin que ninguno de los dos de crédito a lo que ve, sus rostros comienzan a acercarse inconscientemente. La respiración agitada y alguna duda; dos segundos más tarde, sus labios suavemente se juntan y dan lugar a un baile de pasión desenfrenada, que ha sido durante demasiado tiempo contenida.

Una vez la sed saciada, sellan con un último broche el que fuera su primer beso.
Juntos, ahora se entregan al dulce placer del amor.


Todo puede hacerse realidad.




domingo, 7 de febrero de 2010

A ninguna parte

Muchas veces vivimos condicionados por nuestro pasado, atados a él por finos hilos que si no se cortan terminan transformándose en robustas, sólidas y firmes cuerdas que resultan imposibles de desatar o incluso de cortar. Cada vez que uno de esos hilos se rompe, probablemente creemos que nos traicionamos a nosotros mismos, a la persona o al lugar con el que está relacionado ese pequeño pedazo del pasado, con ese recuerdo. El dolor es insoportable en esos instantes, notamos incluso como se desgarra, fibra a fibra, ese hilo imaginario; pero como ya mencioné anteriormente, el dolor no dura para siempre. Y es que no nos damos cuenta de que atados no podemos avanzar y si no avanzamos, no llegamos a ninguna parte.


Por eso, hoy, he decidido dar el último paso hacia mi libertad, volar con nuevas alas y dejar atrás todo aquello que me impedía hacerlo. No es una despedida, pero tómatelo como si lo fuera, porque hoy se desvanecen los barrotes de mi prisión y no pienso volver a ella. CARPE DIEM.