Podrás ser frío como el invierno,
pero nunca marchitará mi primavera.
Que tus gestos son de hielo
y mis besos son de fresa,
que tu sol es de poniente
y el mío es de naciente,
que no soy lo que tú quisieres
pero que aún así me quieres.
A mis tierras la nieve ya no afecta;
germinarán flores en las veredas,
trinarán los ruiseñores
y la vida hará gala de su belleza.
Sin embargo, sufro por la tuya probreza.
¿Qué será de ti sin la flor de la cereza?
¿Y quién endulzará tu vida
si no es la miel de las abejas?
La vida sigue y atrás te quedas.
Tan solo espero que algún año
vuelvas a vivir conmigo la primavera.
2 comentarios:
Me gusta mucho tu blog,gracias por seguir el mío :D
Te sigo!
Besos (L)
Muchas gracias a ti también!
Un beso enorme (L)
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