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Un lugar donde las palabras fluyen como el agua de una fuente,
donde los recuerdos cobran vida,
donde los sueños se hacen realidad.
Bienvenido a mi mundo.
Adela
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martes, 17 de diciembre de 2013

Mi medio limón



Te he querido tanto, pero tanto...
Te he querido tanto que me duele decirte que me he dado cuenta de que no eres mi media naranja, o mi medio limón en nuestro caso, porque nosotros siempre hemos sido un poco diferentes. No sé si echarle la culpa a las circunstancias o si es que somos nosotros los culpables. Pero llegué a creer que funcionaríamos, de verdad. Éramos la excepción que confirmaba la regla. Éramos las ganas de engañar al destino, de provocarlo, y confundirlo una vez más, como cada vez que este no acababa con nosotros. Éramos un adiós que no llegaba nunca, que se hacía de rogar. Y éramos las noches en vela interminables, en las que nos comía el orgullo para despertarnos hambrientos, con ganas "de un beso tuyo".
Pero también éramos el primer rayo de la mañana, el que se alza tímidamente por encima del mar para dar los buenos días, y la última lámpara encendida en la noche. Éramos las tardes de sillón, manta y tele, en las que me acurrucaba sobre ti hasta caer dormida, como siempre. Éramos eso a lo que aferrarse cuando no queda nada.
Y te diré que hemos estado ciegos, no sé bien si de amor o de orgullo, lo que está claro es que estamos ciegos. Hemos exprimido tanto nuestra otra mitad, sin querer, que ahora escuecen las heridas, las palabras parecen navajas ensalzadas en ácido y nos hemos quedado vacíos. Y si ya no queda nada que exprimir... ¿Ahora qué?
Te quise tanto mi medio limón... Tanto.

2 comentarios:

Yaiza dijo...

Irónicamente me sentí tremendamente identificada con esta entrada. A veces se te cruza alguien en tu camino que parece la persona perfecta con la que desafiar al porvenir, con la que demostrar que todo es posible y que no existen las barreras. Pero a veces, y poco a poco, el orgullo sale de su escondite, y entonces te das cuenta de que quizá no erais esa excepción que confirmaba la regla, sino una prueba más de que hay cosas que es mejor ni intentar. ¿Para qué intentarlo, si lo único que consigues es que te escueza el recuerdo de todo lo que pudo llegar a ser y nunca fue? Sigue esconciendo.

Un placer volverte a tener activa por este mundo, Adela.

Yaiza.

Flucky dijo...

Vamos a dejar de exprimir limones de una vez, ¿no? Parece que estamos todos igual!!!

Mucha suerte :)