
Quizás, inocente, ciega, sorda; estúpida... no supe entender lo que a gritos me decías.
Y hoy estrechando lo que queda de ti entre mis brazos, pido que vuelvas a leerme aquellas poesías en las tardes infinitas del verano, solo quiero volver a verte y contagiarme de esas ansias tuyas de vivir. Ser lo que un día fuimos y lo que podremos ser... Pero solo será posible si tú vuelves junto a mi.
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