Cuentan de ella que ansiaba la perfección más que nada. Que se hundía y se machacaba, y en el tiempo tenía las esperanzas depositadas. Y era eso lo único que hacía, esperar a un futuro que jamás parecía anunciar su llegada. Pero cuentan también, que sus ojos hinchados y su frágil piel de porcelana, fueron un día como flores de mayo y agua de abril.
Y que por no ceder en su empeño, a la flor más bonita del jardín, la vida le quedó por vivir.
2 comentarios:
vaya preciosidad de foto!!!!
un beso :)
Jajjajaa, muchas gracias :) me gusta acompañar los textos con buenas fotos!
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