Tienes la lengua verde.
Verde pantano; fétida y oscura, como el olor a podredumbre de las mentiras.
Verde reptil; bífida y afilada, dispuesta a descuartizar a base de críticas.
Verde esmeralda; dura y fría, con aires de superioridad y dotes de grandeza.
Verde lima; ácida y agria, tanto que cuando te muerdes, estoy segura de que arrugas la cara.
Niña, ¿pero no te has dado cuenta? Tú lo que necesitas es un buen médico. Un médico que te cure todo ese odio que llevas dentro.
1 comentario:
Buenas, acabo de encontrar tu Blog y... no está nada mal , así que he decidido seguirte ! Bonita entrada... sincera y a la vez poética. Me gusta :) Un abrazo, y salud !
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